Disfunción eréctil
Padecer disfunción eréctil no solo afecta al individuo sino que también causa tensión en el estilo de vida y la relación de la pareja. Existen tratamientos efectivos que indicados de manera correcta por un profesional logran solucionar la mayoría de problemas relacionados con esta afección.
La disfunción sexual masculina tomada desde un punto de vista amplio incluye la disfunción eréctil (DE), la disminución de la libido y las alteraciones de la eyaculación. Este padecimiento causa incapacidad para lograr y/ o mantener una erección del pene de duración y rigidez suficiente para el coito sexual. Su frecuencia aumenta a medida que avanza la edad. Se estima que entre 15 y 30 millones de hombres la sufren.
Puede ser el resultado de factores médicos, físicos o psicológicos. Puede estar ocasionada por una combinación de factores que también podrían incluir alcohol, drogas o medicamentos.
La mayoría de los hombres tienen dificultades con la erección en alguna ocasión siendo normal pero cuando esta dificultad ocurre de manera habitual puede ocasionar otros trastornos como baja autoestima, ansiedad por el rendimiento sexual, depresión y estrés.
Muchos medicamentos – recetados y de venta libre – pueden ocasionar problemas de erección. Drogas como marihuana, heroína, cocaína y alcohol, pueden producir problemas sexuales. En algunos casos es causado por un problema hormonal vinculado a bajos niveles de testosterona o a enfermedades endocrinas como la diabetes.
Tratamiento:
La primera forma de tratamiento sin complicaciones es el empleo de medicamentos orales conocidos como inhibidores de la fosfodiesterasa-5 (PDE-5). Dentro de este grupo de fármacos se encuentran el citrato de sildenafil, el vardenafil, el tadalafil y el avanafil. Estos son los únicos agentes orales aprobados y eficaces para el tratamiento. El mecanismo de acción de estos fármacos se basa en la relajación del músculo liso del cuerpo cavernoso del pene, lo que permite un mejor flujo de sangre y como resultado una erección rígida. Este tipo de medicamentos son efectivos, y en el 80% de los casos, se observa una mejoría al inicio del uso.
